Ella nos contó que su única relación con el Tungsteno se debía a que durante sus cursos de preparatoria había leído una novela del autor peruano César Vallejo del mismo nombre. Esta novela le impresionó tanto, que años más tarde decidió enfocarse en el estudio del realismo socialista.
–Sí, mira –me dijo– el realismo socialista es una corriente estética que usa el arte como medio para un fin específico que es hacer del conocimiento público los problemas sociales que enfrentamos a diario. Por ponerte un ejemplo, –continuó mirándome a los ojos– este tipo de expresión artística fue muy usado por la Unión Soviética, los pintores de esa época representaban a campesinos alegres y musculosos, o trabajadores de fábricas y granjas colectivas. Con este tipo de pinturas expandían el mensaje socialista y se enaltecía a la clase trabajadora, además de reflejar la vida y luchas del proletariado.